1-
“Vista como un nuevo tipo de planeamiento urbano, la Ciudad Jardín engloba un cúmulo de directrices distintas pero relacionadas a la vez, características de las primeras décadas del siglo. Entre ellas destacan la idea de la Ciudad Jardín inglesa —la contribución más temprana, y tal vez más significativa, para replantear los modelos de vivienda colectiva en un contexto desplazado del centro de la ciudad. Influenciados por los escritos de Ebenezer Howard para To-morrow: A Peaceful Path to Real Refom, 1898, publicado nuevamente como Garden Cities of To-morrow en 1902. La primera Ciudad Jardín (First Garden City) de Letchworth (1904), de Raymond Unwin y Barry Parker, fue organizada con el objeto de descentralizar la metrópoli y así atender a la preocupación social por la salud y la higiene, vistas como alternativas a las condiciones de hacinamiento e insalubridad de la ciudad industrial de las postrimerías del siglo XIX.”
“Vista como un nuevo tipo de planeamiento urbano, la Ciudad Jardín engloba un cúmulo de directrices distintas pero relacionadas a la vez, características de las primeras décadas del siglo. Entre ellas destacan la idea de la Ciudad Jardín inglesa —la contribución más temprana, y tal vez más significativa, para replantear los modelos de vivienda colectiva en un contexto desplazado del centro de la ciudad. Influenciados por los escritos de Ebenezer Howard para To-morrow: A Peaceful Path to Real Refom, 1898, publicado nuevamente como Garden Cities of To-morrow en 1902. La primera Ciudad Jardín (First Garden City) de Letchworth (1904), de Raymond Unwin y Barry Parker, fue organizada con el objeto de descentralizar la metrópoli y así atender a la preocupación social por la salud y la higiene, vistas como alternativas a las condiciones de hacinamiento e insalubridad de la ciudad industrial de las postrimerías del siglo XIX.”
“En Alemania, la influencia de las ideas de Howard sobre la planeación de la Ciudad Jardín dieron por resultado el establecimiento de una organización, la Deutsche Gartenstadtgesellschaft, para promover sus principios ya desde 1902. Vinculado también con los esfuerzos de los Dresdener Werkstatten für Handwerkskinst (Talleres de Artes y Oficios de Dresden), que habían sido fundados en 1898 en el espíritu del movimiento de las Artes y Oficios Ingleses, el Gartenstadt Hellerau fue concebido en 1906 y construido entre 1910 y 1913. Planeada por Richard Riemerschmid junto con Theodor Fischer, Herman Multhesius, Heinrich Tessenow y Baillie Scott, la arquitectura del Gartenstadt Hellerau hacía gala de un mayor énfasis en el uso de estilos de habitación tradicionales así como pronunciamientos en contra de la industrialización y a favor del folklore.”
“Algunas reflexiones en torno a la planeación de Ciudades Jardín permanecieron durante las décadas siguientes a través de la obra e ideas del planificador escocés Patrick Geedes, dentro de cuyas contribuciones se cuentan el plan, orientado por los principios de la Ciudad Jardín, para Tel Aviv a mediados de los veinte. La aplicación de este plan proveyó de un ambiente urbano distintivo a los edificios de estilo internacional que proliferaron en Tel Aviv en los treinta, lo que resultó en uno de los pocos contextos en el mundo donde la arquitectura moderna se conjunta con una organización urbana refinada y de baja altura. El historiador Spiro Kostof señala que "la popularidad de la Ciudad Jardín como principio de planeamiento radicaba en su flexibilidad extrema, su adaptación relativamente fácil a toda ideología. El concepto podía diseminarse junto con la forma inglesa de la calle ‘medieval’, flanqueada por casas que Unwin y Parker se encargaron de popularizar, o igualmente podía ser separada de dicha forma y agregada a un conjunto de edificios de apartamentos de mediana o gran altura, e incluso a disposiciones más regulares.”
SMITH Elizabeth A. T. Reexaminando la Arquitectura y su Historia a Finales del Siglo
2-LOS PROBLEMAS DE LA VIVIENDA Y SU RELACIÓN CON LOS DEMÁS
Una finalidad tan amplia no puede ser llevada a cabo solamente por medio de un mejor alojamiento. La vivienda, tenida en cuenta únicamente como una de las múltiples funciones de la comunidad, no puede ser encarada separadamente sin constatar la capacidad de absorber nuevas áreas residenciales que tienen las comunidades vecinas y de proveer una buena circulación y correcta vinculación entre los distritos de habitación, lugares de trabajo y áreas de recreación. El cuidadoso estudio de un plan orgánico de la comunidad como estructura indispensable debe preceder cualquier programa de viviendas. Sin él, aun viviendas nuevas pueden convertirse rápidamente en áreas inútiles y convertirse en gasto abrumador.
El cuidadoso planeamiento de las comunidades, conducido por comisiones locales de planeamiento, debería convertirse en un requisito anterior a cualquier apoyo público para viviendas. Aun más, la tendencia actual hacia la descentralización debe ser cuidadosamente vigilada si no queremos que nos conduzca a conjuntos de viviendas dispersos y sin relación con un plan.
EL PUNTO DE VISTA HUMANO
En correspondencia con la administración local a escala humana, la escala física de tal estructura social orgánica también debe ser humana; es decir, debe integrarse en el ciclo diario de veinticuatro horas, ya que el hombre y no las máquinas, determinan la escala fundamental.
El tiempo empleado en el transporte diario no debe totalizar más de treinta a cuarenta minutos. La dimensión de la unidad vecinal –sea rural o urbana- debería reducirse a distancias a pie, ya que es el andar de los seres humanos el que debe definir el alcance del espacio de la vida local. Todos los lugares de actividad e interés en la unidad vecinal deberían estar comprendidos dentro de una distancia máxima de diez a quince minutos a pie. De tal modo, el área estaría confinada a un radio de alrededor de media milla o aún menos. (…)
GROPIUS Walter. El planeamiento de vecindarios orgánicos (1949) Del libro Arquitectura y Planeamiento (Ed. Infinito, Buenos Aires)
3-
Los primeros esbozos urbanísticos de Le Corbusier (desatendidos por casi todos los historiadores) se encuentran en los carnets de 1914-1915 y muestran ya grandes rascacielos de viviendas, en el centro de amplias retículas ortogonales, con abundantes espacios vegetales. Algunos de estos bloques tienen una planta muy peculiar: un hexágono central con otros hexágonos agregados en cada uno de sus lados, como si formaran un fragmento de panal. La idea de la colmena está, pues, en el origen más remoto del rascacielos corbusierano.
De 1922 data su "Plan para una ciudad de tres millones de habitantes" y tres años más tarde hizo público el "Plan Voisin" para París. Nuestro arquitecto mostraba una evidente propensión al gigantismo y una no menor brutalidad al propugnar derribar un sector de la vieja capital francesa de Francia para construir en su lugar inmensas estructuras de planta cruciforme. El tiempo ha demostrado que muchas de sus propuestas "futuristas" eran candorosas (como la idea de hacer el aeropuerto en el centro de la ciudad) y ha descartado por completo su absoluta voluntad de regularidad y centralización. La urbe que se exhibe en estos proyectos de los años veinte es, desde el punto de vista funcional, como una inmensa colmena perfectamente regulada. Tampoco es una casualidad que las viviendas a redent que alternan con los rascacielos del "Plan Voisin" se hayan podido relacionar con los dibujos del falansterio de Fourier.
Debe mencionarse también la influencia de la idea de la ciudad-jardín, bien documentada por diversos estudiosos. Las propuestas para distribuir en el espacio sus estructuras Dom-Ino, con abundantes espacios verdes intercalados, se inspiraron en los ejemplos ofrecidos por Benoit-Lévy en La cité jardin (1911). Le Corbusier pensaba la arquitectura como si ésta fuese un ente geométrico, limpio y nítido, plantado sobre la hierba. "¡Una ciudad"!, exclama. "Es la mano del hombre puesta en la naturaleza. Es una acción humana contra la naturaleza, un organismo humano de protección y de trabajo. Es una creación". Sus declaraciones, en este mismo sentido, son innumerables.: "El fenómeno gigantesco de la gran ciudad se desarrollará en los alegres espacios verdes. La unidad en el detalle".
Este ideal de una arquitectura blanca y ortogonal, elevada sobre la naturaleza, es evidente al contemplar sus obras pero también en el modo como Le Corbusier las describe. Así, a propósito de su famosa villa Saboye, dijo: "Otra cosa: la vista es muy hermosa, la hierba es una cosa bella y el bosque también: se los tocará lo menos posible. La casa se posará en medio de la hierba como un objeto, sin molestar nada". Y más tarde, refiriéndose a La Tourette: "El convento está ‘posado’ en la naturaleza salvaje del bosque y de las praderas, que son independientes de la arquitectura propiamente dicha".
RAMÍREZ Juan Antonio. La ciudad-colmena en Le Corbusier. Ediciones Siruela, Madrid-1998
4-
LA VIVIENDA (WEISSENHOF)
Bajo el título “Die Wohnung”(la vivienda), se celebró en el verano de 1927 en Stuttgart una exposición que atrajo a más de medio millón de visitantes. La parte principal de la exposición la formaron las casas modelo que construyeron 16 arquitectos nacionales y extranjeros, todos ellos defensores de la Nueva Vivienda: Mies van der Rohe, Hilberseimer, Poelzig, los hermanos Taut de Berlín, Scharoun y Rading de Breslau, Döcker y Schneck de Stuttgart, Gropius de Dessau, Behrens
y Frank de Viena, Bourgeois de Bruselas, Le Corbusier de París, Oud y Stam de Rotterdam. Se trataba de una iniciativa de la Deutche Werkbund (DWB, 1907), que también se hizo cargo de la organización, la cual recayó en manos de Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969), vicepresidente de la asociación.5 La Siedlung, el nuevo barrio, se construiría “am Weissenhof”, al este, en la ladera de una colina, fuera del casco urbano. Dos asuntos centraron la atención: una nueva forma de construir y una nueva forma de vivir. Las diversas posibilidades de la nueva forma de construir se hicieron claras mediante diferentes ejemplos. A pesar de que Poelzig y Döcker construyeron dos casas con armazones de madera, que por cierto eran invisibles, lo dominante en las nuevas construcciones de viviendas fue: armazón de acero (entre otros Mies, Rading, Bruno y Max Taut, Gropius); armazón de hormigón (Le Corbusier); hormigón monolítico (Oud); viviendas realizadas con prefabricados de hormigón (Behrens, Gropius, Bourgeois). Para el acabado se utilizaron productos recientemente descubiertos: chapa de virutas machacadas o serrín basto, corcho, madera contrachapada, amianto, hormigón de piedra pómez. Las fachadas exteriores se estucaron en blanco, los techos eran planos. La construcciones se materializaron en 17 casas de una y dos familias, dos conjuntos de viviendas en hilera (Oud, Stam) y dos edificios con pisos.
Características de esta nueva forma de construir: rapidez de ejecución (la vivienda prefabricada con montaje “en seco” de Gropius en la Brückmannweg 6, ni siquiera precisó de tiempo para secarse; el adiós a la artesanía tradicional con mucho trabajo manual, la elección de la producción mecanizada e incorporación de oficios de la construcción de baja cualificación, facilidad de aplicación a la producción en serie y a causa de la reunión de todos los factores, relativo abaratamiento de la vivienda terminada.
Algunas de las casas parecían haber sido diseñadas únicamente para contar el relato de la técnica de construcción, como las dos de Gropius, cuyo diseño resulta un poco “seco”. Otras confrontaron al visitante obligatoriamente con una visión de la nueva forma de vida, como las de Le Corbusier. En otros casos fueron una síntesis, y son viviendas modelo tanto de los métodos constructivos modernos de aquel entonces como el moderno habitar: las cinco viviendas de Oud –mini viviendas muy bien pensadas-; el edificio de pisos de Mies – apartamentos con distribución flexible en planta, en los que sólo la cocina, la ducha y el w.c. están fijos - ; el edificio de viviendas de Behrens - una propuesta para las densidades edificables en la gran ciudad en la que cada piso está dotado de su correspondiente trozo de terraza en común, y en el que la variación en el tamaño de los apartamentos introduce una variante entre los habitantes de los pisos.
AUKE VAN DER WOUDE La vivienda popular en el Movimiento Moderno en http://www.aq.upm.es/Departamentos/Composicion/webcompo/webcnotas/pdfs/CN7_1_Vivienda%20Popular.pdf
5-
Manifiesto Futurista de la arquitectura aérea
Manifiesto Futurista de la arquitectura aérea
F.T.Marinetti - Angiolo Mazzoni - Mino Somenzi
Los que vuelen verán esta urbanización como una flecha, un anillo, una hélice, una cuña, un crisol, un brillante, una matriz. Se parecerá a un embudo, a una estrella, a un entramado de raíces; estará deshilachada, arborizada, escalonada o inflada. Superficies curvas diseñadas a tal efecto favorecerán el juego de los reflejos de seda amarilla bajo los rayos del sol.
El tema dominante de la urbanización de repostaje obedecerá o complementará el paisaje y el clima armonizando, por ejemplo, una urbanización azul con un desierto anaranjado, urbanizaciones cilíndricas con triángulos de roca en el mar, horizontes planos con haces verticales de ascensores para helicópteros.
En el subsuelo estarán las tuberías de agua marina, de aire de montaña, de correo, etc.
El interior de la casa, mecánico, plástico, luminoso y transparente a la vez, siempre modificable con muebles de esferas y paredes automáticas dobles y triples, permitirá también el silencio y la intimidad. No existirá el dormitorio, el comedor o el salón, sino que será posible moldear todos los espacios imaginables. Un desnivel multimaterial y cromático de los suelos y los techos.
La urbanización de repostaje mantendrá un perfecto equilibrio entre las zonas dedicadas a viviendas, a la educación, el arte, la vida militar, la vida política, la industria, el comercio, la agricultura, el deporte, etc.
Como amplias esculturas multicolores y dinámicas, llenas de jardines y huertas de frutales colgantes sobre escalinatas y espirales, las urbanizaciones de repostaje incorporarán estéticamente en su unidad ríos, lagos, colinas, montañas y glaciares.
Cada edificio, sin embargo, expresará con su variedad multimaterial móvil y su ajardinamiento el alma del propietario, que se manifestará oliendo a rosa, a acacia, a violeta, a vainilla, etc. Cada selva atravesada, cada montaña escalada y cada urbanización de repostaje representarán el homenaje de un pueblo a un gran hombre o a un acontecimiento glorioso. Eliminaremos la noche con enormes focos o con soles artificiales, volantes o inmóviles, para prolongar el día y distribuir el sueño científicamente.
F.T.MARINETTI - ANGIOLO MAZZONI - MINO SOMENZI. Manifiesto Futurista de la arquitectura aérea en http://www.uclm.es/cdce/sin/sin6/9tres.htmCada edificio, sin embargo, expresará con su variedad multimaterial móvil y su ajardinamiento el alma del propietario, que se manifestará oliendo a rosa, a acacia, a violeta, a vainilla, etc. Cada selva atravesada, cada montaña escalada y cada urbanización de repostaje representarán el homenaje de un pueblo a un gran hombre o a un acontecimiento glorioso. Eliminaremos la noche con enormes focos o con soles artificiales, volantes o inmóviles, para prolongar el día y distribuir el sueño científicamente.
6-
MANIFIESTO BAUHAUS
¡El último fin de toda actividad plástica es la arquitectura! Decorar las edificaciones fue antaño la tarea mas distinguida de las artes plásticas, que constituían elementos inseparables de la gran arquitectura. Actualmente presentan una independencia autosuficiente de la que solo podrán liberarse de nuevo a través de una colaboración consciente de todos los profesionales. Arquitectos, pintores y escultores deben volver a conocer y concebir la naturaleza compuesta de la edificación en su totalidad y en sus partes. Sólo entonces su obra quedará de nuevo impregnada de ese espíritu arquitectónico que se ha perdido en el arte de salón. Las viejas escuelas de Bellas Artes no podían despertar esa unidad, y como podrían hacerlo si el arte no puede enseñarse. Deben volver a convertirse en talleres. Este mundo de diseñadores y decoradores que sólo dibujan y pintan debe convertirse de nuevo en un mundo de gente que construye. Cuando el joven que siente amor por la actividad artística vuelva a comenzar como antaño su carrera aprendiendo un oficio, el artista improductivo no estará condenado a un ejercicio incompleto del arte, pues su pleno desarrollo corresponderá al oficio, en el cual puede sobresalir. ¡Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos volver a la artesanía! Pues no existe un arte como profesión. No existe ninguna diferencia esencial entre el artista y el artesano. El artista es un perfeccionamiento del artesano. La gracia del cielo hace que, en raros momentos de inspiración, ajenos a su voluntad, el arte nazca inconscientemente de la obra de su mano, pero la base de un buen trabajo de artesano es indispensable para todo artista. Allí se encuentra la fuente primera de la imaginación creadora. ¡Formemos pues un nuevo gremio de artesanos sin las pretensiones clasistas que querían erigir una arrogante barrera entre artesanos y artistas! Deseemos, proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, en que todo constituirá un solo conjunto, arquitectura, plástica, pintura y que un día se elevará hacia el cielo de las manos de millones de artífices como símbolo cristalino de una nueva fe.
WALTER GROPIUS Weimar, Abril de 1919http://www.e-hermes.com.ar/novedades/manifiesto/manifiesto_bauhaus.htm